La idea de utilizar
gemelos para medir la influencia de la herencia se remonta a 1875,
cuando el científico inglés Francis Galton
se desempeñaba en sus investigaciones. Pero los estudios con gemelos
dio un giro sorprendente a finales de los años setenta, después
del descubrimiento de muchos gemelos idénticos que habían sido
separados al nacer. La historia comenzó con el caso de dos hermanos, ambos llamados Jim. Nacidos en Piqua, Ohio, en 1939,
Jim Springer y Jim Lewis fueron dados en adopción cuando eran bebés
y criados por diferentes parejas, a las que se les ocurrió ponerles
el mismo nombre sin ponerse de acuerdo. Esta historia, conocida en
1979, fue la propulsora de que la Universidad de Minnesota abriera un
centro de investigaciones para estudiar a gemelos.
¿Se le podría llamar
coincidencia?
Uno se llama Jim Springer
y otro Jim Lewis, aunque no se conocieron, sino a sus 39 años,
previamente ambos trabajaron haciendo cumplir la ley, uno como
sheriff y otro como guardia de seguridad. Ambos demostraron
habilidades en dibujo mecánico y en carpintería, de jóvenes, cada uno se casó con una mujer con el mismo nombre, llamada Linda. Uno
llamó a un hijo James Alan y el otro James Allan. Un tiempo después
se ambos se divorciaron y se casaron de nuevo, esta vez cada uno con
una mujer llamada Betty. Mientras crecían, ambos tuvieron perros
llamados Toy y pasaron vacaciones familiares en St. Pete Beach, en
Florida.
Mediante una serie de
investigaciones, dejaron al descubierto otras similitudes y
coincidencias. Ambos hombres medían 1.80 metros y pesaban 82
kilogramos, padecían de migraña, fumaban la misma marca cigarrillos
y de bebían la misma marca de cerveza. Ambos odiaban el béisbol
y muchos años mas tarde ambos murieron de la misma enfermedad el
mismo día, en 2002.
¿Por qué y para qué?
De manera
alternativa, al comparar las experiencias de gemelos idénticos con
las de no idénticos o fraternos, que provienen de óvulos separados
y comparten en promedio la mitad de su ADN, según los
investigadores, se puede cuantificar la medida en que nuestros genes
afectan nuestras vidas. El psicólogo Thomas Bouchard Jr. de la Universidad de Minnesota, invitó a estos gemelos a su
laboratorio; allí, él y su equipo les hicieron una serie de pruebas
que confirmaron sus similitudes. Para entonces, los investigadores
habían descubierto otros gemelos que habían sido separados en su
niñez y reunidos de adultos; durante dos décadas, 137 pares de
gemelos visitaron el laboratorio de Bouchard, en lo que se conoció
como el "Centro de investigación de gemelos adoptados de
Minnesota".
Se realizaron diferentes
pruebas a los gemelos Jim, para lograr medir sus habilidades
mentales, se les aplicaron pruebas de función pulmonar y exámenes
de corazón, y se midieron sus ondas cerebrales. Les hicieron pruebas
de personalidad y de coeficiente intelectual (CI) y respondieron
cuestionarios acerca de su vida, con un aproximado de 15 000
preguntas, con las cuales llegaron a la conclusión controversial.
Las personas criadas en la misma cultura y con las mismas
oportunidades, las variaciones de CI reflejaban, en gran medida,
diferencias hereditarias más que de capacitación o educación.
Hoy en día estos
este tipo de casos suelen investigarse, ya que su conformación
genética similar puede brindar información sobre enfermedades, y
ayudar a crear posibles curas. Este tipo de gemelos comparten casi el
100% de su ADN, los mellizos, por su parte, el 50%, como todos los hermanos. "Los estudios
realizados con gemelos idénticos (nacidos del mismo óvulo) aportan
una información más potente. Sabes que son idénticos, y que en
general fueron criados en ambientes idénticos. Por eso son muy
usados para estudiar enfermedades", explica la doctora Cecilia
Mellado, genetista clínica y jefa de la Unidad de Genética de la
División de Pediatría de la Universidad de Chile.
Vídeo sobre los gemelos Jim (idioma ingles)
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